"Un pequeño ser seguro de sí mismo": Picasso, burro y niño prodigio en Málaga

data-modal-image-caption=Pablo Picasso, 4 años, en 1885. data-modal-image-credit=Tallandier / Bridgeman Images>
Hijo único de un pintor académico, adorado por su familia y un clan de mujeres, Pablo desarrolló desde muy joven un don y una confianza innata. Regresó a Andalucía, donde el toreo y los gitanos dejaron huella en su imaginación.
La infancia de Pablo Picasso comenzó en el ruedo. Picasso —nombre de su madre, posiblemente de origen italiano y genovés— nació —¡prepárense!— Pablo Diego, José Francisco de Paula, Juan Nepomuceno, María de los Remedios, Cipriano de la Santísima Trinidad, Mártir, Patricio Ruiz y Picasso, el 25 de octubre de 1881 en el número 36 de la Plaza de la Merced, en la Málaga andaluza . Su bautizo, todo de encaje, se celebró a la manera tradicional en la iglesia de Santiago el Mayor de Málaga. Era el hijo mayor y único de Don José Ruiz y Blasco, un hombre alto, de piel clara y hermosa postura, como los dandis apreciados por su contemporáneo estadounidense Henry James , pintor académico y profesor de pintura en la Escuela Provincial de Artes y Oficios de la ciudad conocida como «San Telmo». Con el rostro ya devorado por sus grandes ojos negros, Pablo el conquistador, este hijo adorado de un círculo familiar muy femenino, este hombre pequeño (1,63 m) y fornido, se convertirá en un gigante, el emblema mismo del arte moderno, este toro en la arena que...
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